Una coordinadora de HIPPY quedó finalista del premio Mujeres Solidarias de Fundación Avon

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Petronila “Lucy” Peñarrieta

Por su dedicación al programa “Aprendiendo en Casa – HIPPY”, que impulsa AMIA para favorecer el rendimiento escolar de niños provenientes de contextos vulnerables, Petronila “Lucy” Peñarrieta, coordinadora de este proyecto en dos barrios porteños, fue elegida como una de las diez finalistas del certamen Mujeres Solidarias de la Fundación Avon.

Para conocer más sobre su trayectoria y votarla para que sea una de las cinco ganadoras del premio Mujeres Solidarias, que otorgará 200 mil pesos a cada proyecto, ingresar aquí.

Lucy comenzó a participar  en 2015 de HIPPY, programa que ofrece herramientas y acompañamiento profesional para potenciar el rol de los padres como primeros educadores de sus hijos. Actualmente es coordinadora del mismo en los Centros de Primer Infancia (CPI) “El alfarero”, de la Villa 21-24 de Barracas, y  en La Semilla del Alfarero”, del Bajo Flores. Sin embargo, la líder barrial ayuda a la comunidad desde hace más de 20 años.

Lucy dirigiéndose a las familias que participan del programa. A su derecha, Laura Guardia Mayer, coordinadora nacional de HIPPY.

“Lucy es sin duda un ejemplo inspirador para quienes luchamos por un mundo más igualitario y con mejores oportunidades para todas las personas”, explican Corina Lang, coordinadora del área de Infancia de Programas Sociales de AMIA, desde donde se impulsa “Aprendiendo en Casa – HIPPY” a nivel local y nacional. “Merece ser ganadora de este importante concurso”.

Gracias a un convenio firmado recientemente con la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNAF) y organizaciones sociales, el programa impulsado por AMIA seguirá creciendo en el país, donde ya ha comenzado su trabajo colaborando con familias de Chaco, Corrientes, Jujuy, Misiones, Salta y Santiago del Estero.

AMIA comenzó esta iniciativa en 2009 con familias atendidas por su Servicio Social. Luego continuó en co-gestión con el gobierno porteño, instancia en la que comenzó a participar Lucy. Sin embargo su trabajo comunitario se remonta a 1998, cuando junto a un grupo de mujeres, comenzó a promover los derechos de los niños en su barrio.