Estudiantes israelíes quieren ser pioneros en la tecnología para bajar la cantidad de caída de cabello por la quimioterapia. Sus planes cautivaron a jueces en una competencia internacional de biología, asegurándoles dos premios y seis puestos en segundo lugar.

Una sustancia llamada “decursina” puede estimular el crecimiento del cabello, según estudios recientes. Pero este hallazgo no dio lugar al desarrollo de productos de uso generalizado, porque el compuesto se produce por una rara flor de temporada en un proceso caro.

Una docena de estudiantes universitarios del Technion-Israel Institute of Technology decidieron trabajar en una forma de producir sintéticamente decursina para hacerla accesible y ayudar a un gran número de personas que se enfrentan a la pérdida de cabello.

Están enfocados únicamente a la caída del cabello en personas que se someten a quimioterapia, ya que es un proceso diferente a la caída natural del cabello y, dicen, más adecuado para el tratamiento con decursina.

El equipo está diseñando una bacteria especial para producir decursina. Los estudiantes afirman que completaron toda su planificación y están listos para poner a prueba su diseño en un laboratorio. Su fin es desarrollar un método escalable y permitir que la decursina se incluya en champús y otros productos para el pelo para pacientes con cáncer que se someten a quimioterapia.

El equipo estuvo en la competencia internacional de máquinas que se modifican genéticamente en París. La eligieron como el mejor proyecto de biofabricación y como el equipo con los métodos de medición biológica más precisos.

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