Un panel de la Knéset votó extender el programa de vigilancia electrónica a todas aquellas personas aisladas por ser contacto estrecho de un caso de coronavirus. Esta medida del Gobierno busca que la gente cumpla con las cuarentenas que deben realizar.

La nueva norma fue aprobada por el Comité de Constitución, la cual apunta a toda persona aislada por un día o menos. El programa le permite a la policía y al servicio de seguridad Shin Bet, poder rastrear movimientos del teléfono y así asegurarse de que la persona se quede en su casa.

En un principio, esta regla apuntaba únicamente a los ciudadanos israelíes que volvían del exterior. Sin embargo, la misma se amplió para todo aquel que sea contacto estrecho de un caso positivo.

Hasta el martes por la mañana, más de 168.000 personas estaban en cuarentena, la gran mayoría escolares, según el Ministerio de Salud. Y algunos manifestaron preocupaciones sobre la privacidad del uso del programa de vigilancia electrónica.

Por último, se confirmó que habrá una garantía por escrito que afirma que la información personal capturada no estará en mano de las autoridades por más de 30 días. “Observaremos de cerca el problema de la base de datos”, comentó el jefe del comité Gilad Kariv.

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