La compañía israelí Binah.ai creó un software que, utilizando inteligencia artificial, escanea la piel de una persona para leer los signos vitales identificados por los epidemiólogos como asociados con una mayor probabilidad de infección por COVID-19.

La meta de Binah es permitir un chequeo que pueda ser realizado en casa, como un requisito previo para hacer una reserva para comer, volar o asistir a un evento con muchas personas.

En el caso de los vuelos, ya es habitual realizar el check-in en línea con unas horas de antelación. Con el software de Binah, que puede integrarse a la página web de una aerolínea o aeropuerto, se escanearía el rostro de una persona con la cámara de su computadora o dispositivo móvil para generar una evaluación en el acto y verificar si está o no en condiciones de volar.

Es importante aclarar que el software no hace una prueba de COVID-19 sino que monitorea los cambios en cinco signos vitales clave comunes en casi todas las infecciones por coronavirus: frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, frecuencia respiratoria, nivel de estrés mental y variabilidad de la frecuencia cardíaca. Un sexto signo vital, la presión arterial, podría agregarse a finales de este año.

Todo el proceso, desde el escaneo hasta la devolución del chequeo, tarda menos de un minuto. Según afirmaron voceros de la empresa, este tipo de procesamiento de señales puede ofrecer resultados con una precisión de entre el 80 y el 99 por ciento.

“Si la saturación de oxígeno no está por debajo de 94, la frecuencia respiratoria no está por encima de 20 y la temperatura no supera los 38 grados, es muy probable que la persona medida no tenga ningún síntoma de COVID-19”, afirmó David Maman, director ejecutivo de la startup a ISRAEL21c.

No es posible engañar a Binah con un antifebril

Maman aseguró que, si bien el software de Binah no reemplazaría los controles de temperatura cada vez más comunes para la detección de COVID-19, estos últimos pueden tener un valor cuestionable ya que, en un informe publicado por la revista médica JAMA, explica que tomando dos dosis de ibuprofeno antes de ir al aeropuerto puede bajarse rápida y provisoriamente la temperatura. “La saturación de oxígeno o una alta frecuencia respiratoria medidas por Binah, en cambio, no pueden ser modificadas por un antifebril”, señaló el ejecutivo.

El software de Binah no se basa en el reconocimiento facial ni en el video sino que mide variaciones casi imperceptibles en el tono de la piel. El sistema funciona tanto con las cámaras frontales, donde analiza la piel justo por encima de las mejillas superiores, como en las cámaras traseras, donde solo se necesita un dedo.

La solución está diseñada para ser usada con un teléfono inteligente en el hogar y en puestos especializados que, eventualmente, se pueden encontrar cerca de la recepción de un hotel o en la entrada de un centro comercial.

El programa no requiere conexión a Internet ya que todo el procesamiento se realiza en el dispositivo. Eso podría convertir a Binah en una herramienta imprescindible en partes del mundo aún en desarrollo y con bajo nivel de conectividad. La aplicación funciona con casi cualquier teléfono fabricado en los últimos cinco años.

Hacia la aprobación de la FDA

El enfoque de Binah no es solo para clientes de viajes o de placer: Maman prevé que las empresas con operaciones directas al público hagan obligatorio un escaneo antes de que los empleados lleguen a trabajar.

La compañía de 48 personas, que ha recaudado 14,5 millones de dólares desde que se fundó en 2016, ya tiene 50 clientes que utilizan este tipo de servicio.

Entre los usuarios corporativos hay compañías de seguros, plataformas de bienestar y clínicas.

El modelo comercial de la empresa es integrar su software en aplicaciones y sitios web de terceros, enviando los datos de forma directa al proveedor.Así, todos los datos son propiedad del cliente y Binah jamás los revisa.

En estos días, la empresa se encuentra trabajando para conseguir la aprobación de la FDA para entornos médicos. Hoy, Binah es considerado un producto de bienestar que no proporciona diagnósticos, por lo que no requiere certificación.

Si la tecnología suena algo familiar es porque los dispositivos Fitbit y Apple Watch ya la tienen incorporada. Se llama “fotopletismografía remota” (rPPG), o sea una serie de destellos de luz en la parte posterior del dispositivo que son suficientes para medir los signos vitales.

Fuente: ISRAEL21c

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