Despedimos un año difícil, año de incertidumbre, fragilidad y pandemia. Pero, también, un año de desafíos y aprendizajes que nos fortalecen.

Deseamos dejar atrás las enfermedades y sinsabores, y conservar los valiosos aprendizajes para que nos acompañen siempre.

¡Que el año que comienza esté lleno de bendiciones!

Y la primera bendición que se lee reordenando las letras hebreas de 5781, es la bendición del trabajo colaborativo, camino que estamos transitando juntos y que deseamos, con el compromiso de todos, poder profundizar.

¡Que vivamos un año rebosante de bendición, de unión y de colaboración!

Equipo del Vaad Hajinuj Hakehilatí