Compartimos el mensaje del Gran Rabino Gabriel Davidovich:

“El miércoles 29 de julio, con la puesta del sol, comenzó el ayuno de Tisha b’Av, una jornada de intenso duelo para la comunidad judía.

En este período, culminan las tres semanas que se iniciaron con el ayuno del 17 de Tamuz (viernes 9 de julio) y se recuerda cuando el ejército invasor penetró las murallas de la ciudad de Jerusalem, luego de un largo sitio militar, que finalizó con la destrucción del lugar más sagrado para todos nosotros, el Beit Hamikdash, el Gran Templo.

Tisha b’Av ha sido una fecha de desgracia, tristeza y calamidad para el pueblo de Israel. Se destacan entre otras grandes catástrofes, cuando Moisés rompió las tablas de la ley en el Monte Sinaí – en respuesta al pecado del Becerro de Oro-, cuando los romanos penetraron las murallas de Ierushalaim y cuando previo a la “Gran Revuelta”,  el general romano Apostamos incendió un rollo de Torá. Asimismo, principalmente se conmemora la destrucción del Primer y Segundo Templo de Ierushalaim.

Tampoco podemos dejar de recordar, que en el día posterior a Tisha b’Av (10 de Av), en el cual se acostumbra a continuar parcialmente con el duelo, debido a que aún en ese momento continuaba la destrucción del Gran templo, aconteció el brutal atentado terrorista a nuestra institución el 18 de julio de 1994.

Tisha b’Av es el día más triste del calendario hebreo. Por eso, durante su conmemoración, que finaliza el jueves 30 de julio al anochecer, se debe minimizar las expresiones de alegría y manifestaciones de celebración.

¡Quiera el Todopoderoso que veamos pronto la reconstrucción del Gran Templo en su máximo esplendor, Amén!”