En las terceras elecciones celebradas en un año, Benjamín Netanyahu ha logrado volver a ser el líder del partido más votado en el país, con una holgada mayoría frente a su rival, Benny Gantz, que hace seis meses lo superó por un escaño.

A falta de los datos finales oficiales, con el 90 por ciento de votos escrutado, el Likud se impone con 36 escaños frente a los 32 de Azul y Blanco. Es el mejor resultado que obtiene el partido desde 2003, en medio de la Segunda Intifada, bajo el liderazgo de Ariel Sharón.

Para celebrar estos resultados, cientos de simpatizantes llegaron a la sede del partido, en la ciudad costera de Tel Aviv, con banderas e incluso máscaras con la foto del primer ministro.

Las encuestas antes de los comicios mostraban prácticamente un empate técnico entre las dos listas, por lo que estos datos han sido sorpresivos para ambos partidos y para la ciudadanía en general.

Sin embargo, este triunfo no garantiza la formación de un Gobierno, puesto que la suma de los votos del Likud y sus socios es de 59 frente a los 61 necesarios para la mayoría simple, lo que devuelve al país a una situación similar a la del pasado abril, cuando el partido, con 60 escaños, no pudo formar Ejecutivo y hubo de convocar nuevas elecciones.

Netanyahu “consiguió un gran apoyo de la gente de Israel y pronto crearemos un nuevo gobierno para continuar liderando el país como lo hizo los últimos diez años”, declaró el ministro de Exteriores en funciones, Israel Katz.

Netanyahu, seguro de su triunfo, dio las gracias en Twitter y aseguró que esta es “una gran victoria para Israel”. EFE y Aurora

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