El lanzamiento del satélite especial israelí Amos 17 desde Cabo Cañaveral en Florida, fue postergado para las primeras horas del miércoles (horario de Israel), debido a sospechas de una falla en uno de los motores del cohete Falcon 9 que lo pondrá en órbita.

Tras el anuncio, las acciones de la empresa de comunicaciones propietaria del satélite, Spacecom, con base en Ramat Gan, subieron un 5% en la Bolsa de Tel Aviv (TASE). Las acciones de Spacecom han trepado un 145% desde comienzos de 2019, señala un reporte del diario financiero Globes.

La construcción de Amos 17 fue encargada a Boeing por un monto de 153 millones de dólares, en base al diseño y las especificaciones de Spacecom. El satélite será ubicado sobre África, 17 grados al este del meridiano de Greenwich para facilitar las transmisiones de televisión satelital e internet a través del continente.

Spacecom opera actualmente tres satélites: Amos 3, Amos 4 y Amos 7. El satélite Amos 6 explotó antes de su lanzamiento en septiembre de 2016, y este es el primer intento de la compañía desde aquel traspié.

Spacecom, que comenzó a operar en 1993, suministra servicios satelitales a operadores de televisión satelital, proveedores de internet, telefonía y compañías gubernamentales y privadas de datos.

El satélite Amos-17, de 250 millones de dólares de costo, pesa 6,5 toneladas y tendrá 35 metros de largo, cuando sus paneles solares en forma de ala se desplieguen en el espacio. El 55% de su peso se debe al combustible que lleva, para poder llegar a su destino asignado sobre el continente africano.

El cohete Falcon 9 es un cohete lanzador reusable, de dos etapas, diseñado y fabricado por la empresa estadounidense SpaceX, del multimillonario Elon Musk, dedicada a colocar satélites y otros dispositivos comerciales en órbita.

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