“Mi mamá no se murió. A mi mamá la mataron, la mataron como a otras 84 personas en el atentado a la AMIA, hace 25 años, cuando yo tenía 8 meses. Obligada, aprendí a vivir sin mi mamá. No quiero resignarme a vivir sin justicia.”

Las palabras pertenecen a Gabriela Rodríguez, la joven de 25 años que protagoniza “Mamá”, el nuevo video producido por AMIA para seguir denunciando la falta de justicia, y reafirmar una premisa central para la institución, en un nuevo aniversario del atentado: “No existe construcción del presente sin el entrenamiento permanente de la memoria”, tal como asegura Ariel Eichbaum, presidente en ejercicio de la entidad.

Con la idea y producción de Elio Kapszuk, director de Arte y Producción de AMIA, “Mamá” fue realizado por el director, animador y cineasta Juan Pablo Zaramella, mediante la técnica de “stop motion”, que consiste en generar un efecto de movimiento mediante la sucesión de múltiples imágenes fijas.

En el video, Gabriela le pone voz a su propia historia, marcada por una ausencia que se hace presente de manera permanente. Gabriela perdió a su mamá, Silvana Alguea, el 18 de julio de 1994, cuando tenía 8 meses. Silvana trabajaba en el área Social de la institución y fue alcanzada por la bomba que explotó en la AMIA aquella fatídica mañana.

“Gabriela tiene la misma edad del atentado y representa a una juventud a la que muchas veces se le hace creer que la memoria es un ancla de hierro, una carga que nos ata al pasado, que no nos deja crecer, que hay que soltar para ser dueños del futuro. Esto es una falacia peligrosa”, advierte Kapszuk.

“Su historia nos permitió plasmar de manera muy gráfica la respuesta a la pregunta acerca de qué significan 25 años, y por qué el olvido no puede triunfar. Trabajar la historia de una persona que era bebé al momento del atentado nos pareció un camino que nos permitía mostrar el paso del tiempo, y destacar la importancia de recordar”, resalta.

Para contar la historia de Gabriela, AMIA convocó a Zaramella, un artista consagrado, cuyo cortometraje “Luminaris” es el más premiado de la historia, con 327 reconocimientos recibidos en todo el mundo. El “stop motion”, una de las técnicas de animación que emplea Zaramella concordaba de manera casi lineal con un concepto que la institución viene trabajando en sus diferentes acciones de recordación.

Las imágenes que componen “Mamá” son una secuencia de fotos estáticas que crean la ilusión de movimiento. “Podemos decir que en el stop motion, hay que empujar, las fotos, cuadro por cuadro, para producir un efecto. Con la falta de justicia, ocurre algo similar. Hay que empujar y traccionar para que la impunidad no nos gane y para que la memoria individual y colectiva siga renovando y sosteniendo el reclamo de justicia”, compara Kapszuk.

Para Zaramella, “Mamá” le dio la oportunidad de comprometerse y contribuir “a visibilizar uno de los hechos más aberrantes de nuestra historia reciente. Desde lo narrativo, este proyecto me dio también la posibilidad de mezclar el documental con la animación, creando una pieza atípica tanto para mi filmografía como para las producciones de AMIA”.

“Los temas importantes hay que abordarlos desde diferentes ópticas para poder entenderlos mejor”, advierte. “Los distintos lenguajes son ojos nuevos, para verlos y explorarlos de otra forma. No es lo mismo leer una historia en un texto impreso a que te la cuente un corto, y que además ese corto sea animado, y contado por la propia protagonista, animada, sin que por eso pierda verosimilitud. Gabriela nunca deja de ser ella, porque su persona animada parece reflejar algo de su interior, algo que no vemos a simple vista y que reluce al ser expuesta a un nuevo medio de expresión. Nosotros le dimos el recurso, ella se expresó a través de él y lo hizo de una manera muy sentida”.

Como sucedió el año pasado, con la historia de Sebastián Barreiros (5), la víctima más joven del atentado, en “Mamá” se eligió trabajar un caso en particular. “La historia de Gabriela nos permitió seguir construyendo memoria y reclamo de justicia a partir de una pieza audiovisual singular, que a su vez integra a toda una tragedia colectiva”, indica el director de Arte y Producción de AMIA.

“El futuro que le robaron a mi mamá forma parte de mi pasado y de la historia de todos”, remarca en este sentido Gabriela en el spot realizado por los 25 años al atentado, en el que insta a “honrar la memoria de los que ya no están, defendiendo la vida y reclamando justicia.”

La realización del proyecto “Mamá” fue posible gracias al apoyo de la Fundación IRSA, DESA – Desarrolladora Energética S.A. y Laboratorio ELEA.