
Con profunda conmoción por otro descomunal acto de violencia, AMIA condena la masacre desatada por fanáticos terroristas en dos mezquitas en la ciudad neozelandesa de Christchurch, que dejó el trágico saldo de al menos 49 muertos y 48 heridos.
Con una brutalidad sin precedentes en la historia de ese país, los salvajes ataques perpetrados son una demostración más de que, en su absoluto desprecio por el valor de la vida humana, el accionar asesino del terrorismo no distingue raza, credo, edad o nacionalidad.
Los nuevos actos de barbarie cometidos merecen no sólo el repudio más categórico de toda la comunidad internacional, sino también la obligación y el compromiso de los gobiernos por reforzar las medidas de control y prevención para que matanzas como éstas no se repitan.
AMIA, institución que hace 25 años sufrió en carne propia las nefastas consecuencias del terrorismo internacional, se hermana en el dolor con todas las personas alcanzadas por los atentados ocurridos, y se solidariza con los familiares de las víctimas fatales, a quienes hace llegar sus más sentidas condolencias.